martes, 21 de mayo de 2013

Pax Católica




Las colonias de la antigua Roma, le decían de forma peyorativa Pax Romana (paz romana), al hecho que sus captores los controlaban a través de la espada, el que se rebelaba, moría.
De forma análoga podemos describir el nefasto legado del catolicismo, como Pax Católica.
Cuando el emperador Constantino forzó, bajo amenaza de muerte, a todas las sectas cristianas del momento a declarar una tregua y a consensuar una iglesia universal o católica, el resultado fue la institución que ha causado más atraso intelectual / tecnológico y muertes en la historia de la humanidad: la Iglesia Católica, Apostólica y Romana (ICAR)
La funesta ICAR da su primer gran regalo a la humanidad: El Oscurantismo, época de sistemática oposición al progreso y en la que no se podía debatir en contra de los dogmas establecidos por la iglesia.
Después tenemos las infames cruzadas, fomentadas y organizadas por la iglesia, que además de la estela de devastación y muerte que marcó el Oriente próximo, dejaron varios legados que tendrían echo hasta épocas recientes: el odio de los musulmanes hacia occidente, el odio hacia los judíos europeos y la coacción y opresión bajo el paradigma del amor al prójimo.
Paralela a las cruzadas, pero de mayor duración, tenemos otra joya de la Iglesia Católica: La Santa Inquisición, durante la cual se persiguió, juzgo y asesino a miles de hombres y mujeres, que se oponían a las enseñanzas de la iglesia.
Todavía estando la inquisición en su apogeo, se produce el descubrimiento y saqueo de América, en el cual la iglesia católica y su inquisición jugaron un papel importantísimo para doblegar y diezmar a la poblaciones indígenas de nuestro continente, donde la cruz y la espada se fundieron en un solo símbolo de opresión y muerte.
El Renacimiento viene a oxigenar a la humanidad, regalándole caricias de arte y ciencia, para olvidar lo horrible del dogma de muerte cristiano.  En esta época se comienza a cuestionar el poder de la ICAR por lo que comienza a mermar su influencia, pero su poder  político y el económico permanecen intactos.
La revolución francesa asesta otro duro golpe a la ICAR, ya que define la separación entre iglesia y el estado, ejemplo que será imitado por las revoluciones independentistas de toda América y luego por el resto del mundo. Sin embargo, la monarquía y el alto clero aplastaban y asesinaban a los haitianos y su revolución en nombre de su dios y la corona.
Aún con este respiro, en pleno siglo XX, se ven atrocidades de magnitudes inimaginables, originadas y fomentadas por el cristianismo y la ICAR en particular.
Como resultado de la alianza entre el dictador italiano Benito Mussolini y el Papa Pio XI, nace la ciudad-estado de El Vaticano.
Durante la II guerra mundial, el régimen de Adolfo Hitler, lleva el odio cristiano hacia los judíos a otro nivel, masacrando a más de 6 millones en sus campos de la muerte.
La dictadura de Francisco Franco, en España, mostró nuevamente que la ICAR con la espada y la cruz era capaz de nuevas atrocidades.  El franquismo robaba a los niños de familias disidentes y la ICAR los ubicaba para adopción, en familias que fueran fieles a la dictadura.  Esta práctica continuó hasta entrada la década de los 90’s, se calcula de 30,000 niños fueron robados por el franquismo y la iglesia católica.
No olvidemos que organismos de la ICAR, los jesuitas, las conferencias episcopales, seminarios y los obispados, han sido instrumentos para la instauración y alianzas con las dictaduras militares y genocidas de Latinoamérica: Rios Montt, Videla, Pinochet, Somoza y  otros políticos fascistas engendrados, todo esto en base al discurso de la pax americana y cristiana.
La política de la Iglesia Católica de proteger a los sacerdotes pederastas es un escándalo que actualmente tiene a esta desprestigiada institución bajo constante críticas de todos los sectores sociales de la mayoría de los países donde tienen influencia. Sólo en Holanda la cifra es abrumadora: 20,000 niños abusados sexualmente entre 1945 y 1981.
Pero los abusos de la Iglesia Católica no se detienen allí, no satisfechos con burlar la ley, tratan de imponer su distorsionado sentido de moral a toda una sociedad, a través de la aprobación  o derogación de leyes. 
En el caso particular de Nicaragua, la iglesia mostró su músculo en plena campaña electoral del 2006, para que los políticos aprobaran la ley contra el aborto terapéutico. Gracias a esta ley, decenas de mujeres nicaragüenses han muerto, al no poder los médicos extraerle fetos que ponían en riesgo sus vidas.
El más reciente intento de la ICAR por imponer su Pax Católica, es el ataque del Obispo Abelardo Mata contra la Ley Integral contra la Violencia hacia las Mujeres(Ley No 779), lo que evidencia que ésta institución religiosa es machista y hace poco por la educación a favor de los derechos de las mujeres.
Los ciudadanos conscientes debemos denunciar los atropellos de esta atroz institución, que en nombre del bien común quiere implementar su Pax Católica, sin importar que solo el 51% de la población de Nicaragua es miembro de esta secta cristiana, y que no puede forzar al 49% a vivir bajo sus torcidos e hipócritas conceptos morales.

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