Como nos enseña la historia, el oscurantismo, que fue el periodo de más de
mil años, en el cual el cristianismo persiguió a los científicos y libres
pensadores, a tal nivel que la humanidad se vio postrada en un letargo tecnológico
y filosófico.
Lamentablemente en nuestra amada
Nicaragua, estamos viviendo una etapa oscurantista, en la cual el pensamiento
libre es sistemáticamente aplastado a través de la desinformación, presión
política-social y adoctrinamiento infantil.
Es tan efectiva la campaña de desinformación de las grandes religiones,
que los cristianos ignoran que su libro “sagrado” fue mandado a editar y
publicar por el emperador Constantino y que fue él quien unificó a todas las
sectas cristianas de la época, en el siglo tercero (III).
Esta situación es triste, ya que
se ciega las mentes de los niños a través del adoctrinamiento, y al fijar un
dogma en sus jóvenes y prometedoras mentes, siembran el conformismo y la falta
de curiosidad científica.
Al sistema educacional nicaragüense
le falta un corte racional / científico, que promueva en la juventud la
investigación y por ende el aporte de nuevas ideas para mejorar la calidad de
vida de nuestra población.
Los ciudadanos deberían aceptar
el hecho de que las religiones son
anacrónicas, están fuera de época, está bien creer en seres imaginarios, pero
no está bien que organizaciones (como la nefasta Iglesia Católica) se
aprovechen de la inocencia de las ciudadanos, ni que dichas organizaciones
intenten apagar la sed de conocimiento científico de las nuevas generaciones,
inculcándole mitos de la edad de piedra.
Si no fuese por la influencia
política de las religiones en Nicaragua, este artículo no tendría razón de ser,
pero es obvio que cada vez que éstas escuelas de oscurantismo, flexionan su
músculo la clase política tiembla, y la mejor prueba de esto, es la aprobación
de la ley anti-aborto terapéutico, por la cual han muerto docenas de mujeres en
nuestro país.
Entonces, qué hacer? Dado a que
soy humanista, y por lo tanto rechazo la violencia (en todas sus formas), como
instrumento de lucha, entonces, nos queda (porque no soy el único) la lucha de
ideas, utilizar la tecnología en forma de redes sociales y blogs, para tratar
de hacer llegar el mensaje de la razón a nuestros congéneres.
Termino con estas célebres
palabras de nuestro príncipe de las letras castellanas, Rubén Darío, que
plasman la dificultad y tristeza de un libre pensador que vive en la Nicaragua
Oscurantista: ”Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo, y más la piedra dura
porque ésa ya no siente, pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.”
Publicado en El Nuevo Diario (2/Julio/2013) . http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/290432
Publicado en El Nuevo Diario (2/Julio/2013) . http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/290432
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