jueves, 19 de diciembre de 2013

El peso de la evidencia

Como es de todos sabido, el libro llamado la biblia, es la base de todas las sectas cristianas, desde las más grandes y sofisticadas, como la iglesia católica,  hasta las más pequeñas, como el “Movimiento de la lluvia tardía” de William Branham.  Debido a esta realidad, me voy a dar al trabajo de proporcionar unas cuantas, de las innumerables evidencias científicas, que demuestra que tal libro no es más que ficción antigua.
Para ello me limitare a tres campos científicos: geología, paleontología y genética.
Recientemente geólogos canadienses descubrieron en Ontario un yacimiento de agua de aproximadamente 1,500 millones de años de antigüedad.
A eso le podemos sumar el dato arrojado por la paleontología de un extinto animal muy conocido el Tiranosaurio Rex (gran dinosaurio carnívoro), el cual vivió en nuestro planeta hace aproximadamente 67 millones de años.
Si tomamos estos dos datos, entonces se ve fácilmente que la biblia está equivocada, ya que según dicho libro, nuestro planeta tiene una antigüedad aproximada de 6,000 años.
En el campo de la genética tenemos que el genetista  Sewall Wright, determinó a través de una técnica llamada deriva genética, que para que pudiese existir una población de seres humanos tan genéticamente diversa como la actual, el grupo original de personas tuvo que ser mayor a 10,000 individuos.
Esto contradice efectivamente a la biblia, que en su texto dice que la humanidad partió de tan solo una pareja: Adan y Eva.
Desde esta base se puede deducir dos cosas, o el dios de Abraham se equivocó, o la biblia es un antiguo cuento de hadas del medio oriente.  Dado que no existe evidencia científica que demuestre la existencia de éste o algún otro dios, me inclino a pensar que la “sagrada” biblia no tiene nada de sagrado y sí mucho de ficticio.

Publicado en El Nuevo Diario(10/1/2014):http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/307191

Fuentes: