La biblia, aberrante ficcion



La biblia, aberrante ficción.

No solo, no existen pruebas históricas o arqueológicas que apoyen la supuesta veracidad de las muchas historias contadas en “La Biblia”, sino que muchas de estas historias van simplemente en contra del sentido común y caen en la hipocresía.
En Levítico 18:6 dice “Ninguno de vosotros se acercará a una parienta cercana suya para descubrir su desnudez; yo soy el señor”, es decir el incesto está prohibido.  Pero si analizamos el libro de Génesis nos damos cuenta que Caín no pudo haber tenido descendencia con alguien más que una hermana, ya que los humanos originales “creados” por dios fueron, según La Biblia, Adam y Eva.  Además, está la explicita historia de Lot y sus hijas, en la cual ellas embriagan a su padre para tener descendencia. Así pues este libro se contradice y cae en la hipocresía ya que en un inicio la describe el incesto sin condenarlo y luego lo prohíbe.
Por otro lado, están los descubrimientos científicos, en específico de la arqueología y de la genética.
Desde el punto de vista arqueológico, se han encontrado restos humanos (Homo Sapiens) con 25,000 años de antigüedad.  Esto, contradice a La Biblia con respecto no solo de  la antigüedad del hombre, sino de toda la “creación” ya que sumando la edad del árbol genealógico de los personajes de La Biblia más la duración de la “creación”, el universo tendría aproximadamente unos 10,000 años de antigüedad.
Desde el punto de vista genético, la ciencia ha demostrado que el origen del Homo Sapiens (nosotros) fue en África, pero no solo eso, sino que proviene de una población numerosa de individuos, de allí la gran variedad genética de nuestra especie. La alternativa bíblica es genéticamente improbable, dado que no nos originamos de una pareja de Homo Sapiens, sino también a la gran cantidad de enfermedades congénitas que padeceríamos dado al alto grado de incesto descrito en La Biblia.
También la genética nos ayuda a demostrar algo que contradice la “creación” misma: la evolución. Al mapear el genoma humano se corroboró que los humanos (Homo Sapiens) y los grandes simios como el chimpancé (pan troglodytes) poseemos un ancestro en común, contradiciendo así a La Biblia, ya que según ésta, los humanos fuimos “creados” a imagen y semejanza de un dios, y los animales fueron “creados”  en un acto aparte, es decir sin nada en común.
Para finalizar esta la cuestión de los historiadores contemporáneos al mito de Jesús de Nazaret, no existe ni una sola referencia histórica fiable que lo mencione. Tomando en cuenta que los romanos llevaban, más o menos, buenos registros de sus provincias, es curioso que no hayan mencionado un evento como el juicio y crucifixión de un líder rebelde de la magnitud del supuesto “rey de los judíos”.
Como pueden ver, La Biblia no es más que una aberrante obra de ficción antigua, que lamentablemente instituciones funestas como la Iglesia Católica Apostólica y Romana, toman como referencia para tener engañadas a sus masas de feligreses. Liberen sus mentes, evalúen estas pruebas y verán que La Biblia no ofrece mayores pruebas de su veracidad, que su equivalente contemporáneo: Harry Potter.

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